Archivo del blog

jueves, 4 de enero de 2007

EL EMPLEO DEL TIEMPO (4 - ENE - 2007)

Ahora que comienza un nuevo año, quisiera hacer una breve reflexión sobre el empleo que hace cada uno de su tiempo.
El tiempo es indispensable: ninguna acción humana puede realizarse sin tiempo; es insustituible: nada puede hacer sus veces; es inelástico: no puede ahorrarse, ni acumularse, ni prestarse; es limitado y caduco: tenemos días de 24 horas que, al llegar a la noche, han quedado consumidas para siempre; y es inexorable: no podemos variar su dirección, ni volver a tiempos pasados, ni alterar su cadencia.
Además es el recurso más equitativo: todos tenemos días de 24 horas; y es el recurso repartido con mayor magnanimidad: todos disponemos de la totalidad de las 24 horas de cada día. Por eso siempre me ha extrañado la queja de algunos de que les falta tiempo: ¡pero si lo tienen todo! Podemos quejarnos de cómo lo empleamos. Pero no podemos decir que no tenemos el suficiente.
Lo que más importa a la hora de gestionar el tiempo es saber para qué lo queremos. Quien no sabe qué quiere de su vida no pierde el tiempo, pierde la vida, que inexorablemente discurre a través del tiempo.
Viene a mi memoria el diálogo de Alicia en el país de las Maravillas con el minino de Cheshire: “—‘¿podrías decirme, por favor, qué camino debo seguir?’ —preguntó Alicia. —‘Esto depende en gran parte del sitio al que quieras llegar’ —contestó el Gato. —‘No me importa mucho el sitio...’ —aclaró Alicia. —‘Entonces tampoco importa mucho qué camino tomes’ —concluyó el Gato.”
Todos debemos saber tras qué meta corre nuestra vida. No vaya a ser que después de andado mucho trecho alguno descubra que no va hacia ninguna parte, o que en realidad quisiera que su vida fuera de otra manera.
Y mientras lo pensamos… el reloj corre.

No hay comentarios: